Ayer me encontraba en Otuzco "La capital de la fe".
Un sin número de feligreses se encontraban en la Catedral para adorar a Dios. ¿Que hacía yo a hi? pues bien me encontraba de pasada haciendo turismo. subí al mirador, llegué sin aire...pero fue hermoso ver Otuzco desde allí. Otra de las cosas que hice fue comer cuy, el rico cuy de Otuzco.
Los paisajes son hermosos, no tienen nada que envidiar a otras ciudades del Perú y el mundo, la falta de promoción tal ves lo deja en el olvido. pero Ayer no, pues disfruté de un día memorable en una ciudad que cada vez que voy me recibe con los brazos abiertos, es una ciudad muy saludable, tranquila, y amable con sus visitantes.
Saludable, porque el aire que se respira es puro, no como el que ando respirando en la costa de Trujillo, lleno de gases toxicos emitidos por los microbuses que ya tienen más de 30 años.
Tranquila, porque se puede caminar tranquilamente por sus calles y aunque angostas y con facilidad a perderse ya que parece un "laberinto", y digo laberinto porque sus calles están interconectadas de tal manera que si, uno puede fácilmente perderse. Lo recomendable es preguntar si queremos ir a algún lugar específico. Bien dice el dicho..."preguntando, preguntando.. se llega"
Amable, sus habitantes son muy amables, hasta da ganas quedarse. Me hace recordar al slogan de Colombia que dice así "Colombia, el riesgo es que te quieras quedar".
(Afueras de la Catedral de Otuzco)
(La Santa cena en Catedral de Otuzco)
(Catedral de Otuzco)
(Mirador de Otuzco)
(Plato: cuy frito)
(En la carretera Otuzco -Trujillo)
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